ZP, ese hombre - II parte

El Código Penal de 1.995 establece en su Artículo 584 que «"El español que, con el propósito de favorecer a una potencia extranjera, ...., se procure, falsee, inutilice o revele información clasificada como reservada o secreta, susceptible de perjudicar la seguridad nacional o la defensa nacional, será castigado, como traidor, con la pena de prisión de seis a doce años."»

Bien, pues si el PRISOE, la SER y demás medios de comunicación al servicio del socialismo, se procuraron, falsearon y revelaron información que tenía que ver con la seguridad nacional, con un desprecio absoluto al Ordenamiento Jurídico –incluida la Ley Electoral– y sin importarles que los responsables del atentado pudieran conseguir sus objetivos de quitar un Gobierno que perjudicaba sus intereses y además rehuir la acción de la justicia y volver a poner en peligro la integridad de los ciudadanos, único bien que se pretende proteger en este artículo del Código Penal relativo a la traición y la seguridad nacional, su actuación a partir del 11-M podría calificarse de traición a los intereses nacionales.

Exigir del Gobierno información inmediata sobre el desarrollo de las investigaciones y facilitar datos obtenidos subrepticia e irregularmente, aunque ello perjudicara la investigación en curso o pusiera en peligro la seguridad ciudadana para beneficio propio y aunque ello favoreciera los fines de los terroristas extranjeros, entra de lleno en lo que el artículo 584 penaliza como traición.

Los beneficios obtenidos por los enemigos de la nación española han llegado hasta el cambio de Gobierno que se pretendía con el atentado y están afectando a muchos otros países de la coalición, a quienes también se han traicionado.

Y si se ha obtenido, falseado y revelado información que podía perjudicar la seguridad nacional – la seguridad de sus ciudadanos – y además con ello se ha beneficiado a nuestros enemigos, no existe otro calificativo para la cúpula del socialismo y sus colaboradores que la de traidores. Si esto es así, debemos exigir que sean juzgados por traición.

El Partido Popular no debería aceptar resignadamente lo que pasó, aunque las cosas no se hubieran hecho bien por su parte. Porque una cosa es actuar desacertadamente y otra cosa es traicionar a España. En el peor de los casos, aún en el caso de que al PP se le pudiera reprochar algo, esa sería la diferencia entre ambos. El PP plantaba cara al terrorismo. El PSOE, la SER, El País, los infiltrados del CNI y de las fuerzas de seguridad del Estado, se entregaban a la traición.

Pero si además de ello, tenemos en cuenta que se considera traición al "delito que se comete contra la patria por los ciudadanos", el vendepatrias Zapatero y sus secuaces deben ser juzgados por traición ya que existen múltiples y probados motivos para ello.

¿Otro delito impune? Esa cuadrilla debería ser conocida en el futuro como los gobernantes más traidores a España que jamás han existido.