27 septiembre 2005

ZP y el trasvase

Marioneta del tricabrito catalán


Desde el primer día, la consigna fue borrar cualquier rastro de cualquier cosa bien hecha que hubiera dejado el Gobierno de Aznar y, entre otras muchas cosas, el Plan Hidrológico Nacional que habría de acabar con la sequía en el levante y sureste español, ganando para el PP muchos votos.

Por su parte, Zapatero ya había asegurado que una de sus primeras medidas sería la de paralizar el trasvase, rectificando el Plan Hidrológico Nacional y sin importarle un bledo que este ya se encontraba en más del 50 por ciento de ejecución.

El costo de esta medida –por decreto, como Franco, e ignorando cualquier razón técnica, ecológica o económica, además de la voluntad ciudadana– se estimó en una cantidad cercana a los 2.000 millones de euros, entre las indemnizaciones a pagar a las empresas adjudicatarias de los tramos del trasvase, que son cinco, a los cientos de kilómetros de tubería comprada y, por supuesto, la pérdida de los fondos europeos destinados a financiar el trasvase del Ebro. En su día se calculó que dicha cifra equivalía a casi seis veces lo que había costado a España la guerra de Irak –cuyo coste fue muy criticado–, a pesar de lo cual se continuó adelante con su anulación, sustituyéndolo por la construcción de desaladoras que exigen nuevas inversiones en mantenimiento permanente, en combustibles y en la lucha contra la contaminación que producen, con una estimación de costos también equivalentes a otras diez guerras de Irak.

El agua que suministran las dos desaladoras que funcionan el la zona de Murcia/Alicante suministran el agua un 30% más cara que la normal, ya que desalar el agua es caro, además de altamente contaminante.

Si bien detrás del trasvase puede haber intereses de todo tipo, tras la desalinización industrial del agua, también. No olviden que las desaladoras requieren de combustible y mantenimiento de la maquinaria de por vida, lo que añade a nuestra agricultura una nueva cuota de dependencia de los intereses extranjeros –desaladoras francesas, el precio del petróleo, etc.–

Según esta Web, Vivendi Water Systems, asociada con PRISA en muchos menesteres, fue la autora de los informes con los que el PSOE ha derogado el Plan Hidrológico Nacional. Pero es que, además, las veinte plantas desaladoras destinadas a las comunidades valenciana y murciana las instalará – ¿lo adivinan? – Vivendi Water System, al parecer una de las más corruptas empresas de origen francés.

Y añaden: «Lo que más duele del asunto del trasvase es la forma en la que algunos políticos lo han manejado para defender las futuras comisiones pactadas con Vivendi.» También califican de vergonzosa la actitud de verdes y ecologistas vendidos a intereses económicos ante este proyecto.

Efectivamente, los ecologistas no se ponen de acuerdo. Los de las provincias nacionalistas no quieren compartir el agua y están contra el trasvase. Los de las provincias afectadas por la sed, consideran las desaladoras un desastre ecológico. Sin duda la política más que la ecología es la que manda en estas asociaciones ecologistas, muchas de ellas hechas a la medida de la izquierda para colaborar con sus fines bajo un disfraz altruista.

Tanto económica como ecológicamente, las desaladoras son una ruina. El tercer y gran argumento definitivo esgrimido por los insolidarios y egoístas nacionalistas catalanes y aragoneses para negar agua a quienes tienen sed, es que el Ebro no tiene agua para todos. Un argumento que también ha quedado desmentido y definitivamente desacreditado, como ellos.

Porque resulta que el Ebro ya ha vertido al mar en lo que va de año –de enero a mayo– el equivalente a 10 trasvases, pese a la gravedad de la sequía. Así lo aseguró el conseller de Infraestructuras de la Comunidad Valenciana, quien concretó que en 2003 el Ebro vertió al mar 13.668 hectómetros cúbicos, el pasado año fueron 12.000 hectómetros cúbicos, mientras que en los cinco primeros meses de este ejercicio “el río ha echado al mar 3.600 hectómetros, es decir, el equivalente a diez trasvases del Ebro ”, aseguró el conseller.

También el conseller de Territorio, Rafael Blasco, alertó de las “graves” consecuencias que ha supuesto la derogación del trasvase sobre los espacios naturales valencianos. Blasco aseguró que la “parálisis” del trasvase de “agua sobrante” del Ebro “constituye el mayor atentado medioambiental que ha sufrido la Comunidad en su historia”. El conseller señaló que de los 16 parques naturales, siete corresponden a zonas húmedas que “necesitan aportes hídricos como consecuencia del déficit” de la región. “Lo peor de todo es que a día de hoy no vemos ninguna alternativa que mejore esta circunstancia”, apostilló.

Habían prometido traer agua a estas regiones de forma rápida y económica, pero todavía están pensando cómo dar marcha atrás y volver al Plan Hidrológico del PP sin hacer el ridículo, porque las desaladoras no suministrarían las cantidades que serían necesarias, son un desastre ecológico –la salmuera resultante de extraer la sal al agua del mar es altamente destructiva para la vida marina y terrestre y no saben que hacer con ella– además de encarecer extraordinariamente la agricultura –las desaladoras consumen gasoil y su precio se incrementa permanentemente– así que se trataría de algo peor que una solución a medias.

Resulta increíble que ZP y los suyos pretendan disfrazar todo ello con una apariencia de honestidad tecnológica, económica y ecológica.

Zapalerdo está programado para ello: Decisiones irresponsables, mentiras e intereses ocultos.

Comments: Publicar un comentario

<< Home


-Cerrar-
Nota:

REANUDADA LA PUBLICACIÓN EN FEBRERO 2010.

Para ver los últimos artículos vaya a la -V parte- y siguientes utilizando el enlace de más abajo.