28 septiembre 2005
ZP y la decencia
Según entrevista en la revista gay “Zero”, para Zapatero la ley sobre matrimonios homosexuales consolidará a España en el mundo "como símbolo de paz, derechos y tolerancias" y se muestra convencido de que la ley "nos hace mejores como país". A su juicio, la reivindicación del derecho al matrimonio entre personas del mismo sexo "emana del espíritu mismo" de la Constitución y destaca que la ley, "respaldada "por la mayoría ciudadana, política y parlamentaria", es símbolo de lo que debe ser una democracia moderna
Ya en el Congreso, al concluir el debate de la ley y antes de la votación para defender el proyecto, intervino el presidente Rodríguez con un discurso propagandístico de cara a la televisión donde afirmó que el país es 'más decente' con la nueva ley de matrimonio homosexual.
Hasta aquí el autobombo y hueca charlatanería del presidente por accidente, que ensalza y glorifica la ley hasta la emoción y el orgullo de sentirse español porque a partir de ahora habrá un antes y un después ya que España será conocida en el mundo como un símbolo de paz, abanderada de los derechos y adalid de la tolerancia, además de habernos vuelto mejores, más decentes.
Pero la cruda realidad que un observador imparcial percibe es que se trata de una «ley injusta para la sociedad que el Gobierno se ha empeñado en imponer», como advierte el Foro Español de la Familia (FEF), que añade: «Toda la sociedad clama que la ley no es necesaria, ni conveniente y es una ley que ha creado crispación en la sociedad. Si el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, hubiera hablado con las familias y las fuerzas sociales, hubiera habido consenso sin necesidad de provocar una quiebra social en la que miles de familias se sienten atacadas», aseguraron fuentes del FEF.
El foro considera que la aprobación de la ley es «una falta de respeto y educación el que un presidente del Gobierno solo gobierne para unos pocos, ignorando y aplastando la iniciativa de diálogo de un sector tan importante como es el de las familias». Es la opinión de muchos millones de españoles que no creen que la ley esté "respaldada "por la mayoría ciudadana.
No parece tampoco que fracturar y crispar a la sociedad sea un ejemplo para la paz, ni que se pueda presumir de abanderar los derechos cuando con esa ley han pisoteado los de todas las familias de la nación. En cuanto a la tolerancia, basta ver el trato dado a quienes se han opuesto a la ley, negándoles facilidades para manifestarse que, por el contrario, se conceden a los homosexuales.
Y eso tan bonito de que el país es más decente con esta ley, no parece que legalizar lo que siempre se ha considerado una conducta inmoral por lo que tiene de antinatural, nos vaya a convertir precisamente en más decentes. Quizás más permisivos y complacientes, pero más decentes... No lo creo.
Decente equivale a honesto y digno, pero también significa acorde con la moral sexual. Así que la decencia implica recato y dignidad en los actos.
Ninguno de estos valores nos han sido aportados, ni poco ni mucho, por la legalización del matrimonio homosexual. La última concesión de ZP a los homosexuales no ha significado valor añadido alguno a la democracia, al contrario. No se ha tenido en cuenta la oposición mayoritaria contra estos irregulares matrimonios y contra viento y marea, a pesar de la oposición ciudadana y antidemocráticamente, ZP ha seguido adelante con sus propios planes.
Si el matrimonio homosexual tiene tantas bondades, no cabe duda que es la solución a los problemas del mundo y en ese caso la homosexualidad debería declararse patrimonio de la humanidad y decretarse obligatoria. Respeto sí, derechos también, pero comulgar con ruedas de molino, de ninguna forma.
Nuevamente, gracias ZP por todo.