28 septiembre 2005
ZP y la sequía
Los pantanos que nos han permitido beber hasta hoy los construyó Franco, no sin burlas y críticas por parte de la misma izquierda incapaz de solucionar ahora el problema.
Tenían en sus manos la solución a los problemas de sed de la zona agrícola más fértil de España, Levante y Murcia, pero sin embargo sus intereses políticos han sido antepuestos al de los españoles a quienes han sacrificado para complacer el egoísmo de sus socios independentistas.
La cancelación del trasvase del agua no utilizada del Ebro es el mayor atentado medioambiental que ha sufrido la Comunidad Valenciana en su historia ya que podrían perderse hasta siete zonas húmedas declaradas parques naturales.
Según datos oficiales, en 2003 el Ebro vertió al mar 13.668 hectómetros cúbicos, el pasado año 2004 fueron 12.000 hectómetros cúbicos, mientras que en los cinco primeros meses de 2005, a pesar de que ya había sequía, el río ha echado al mar 3.600 hectómetros, es decir, el equivalente de diez trasvases.
El trasvase hubiera permitido aprovechar hasta la última gota del agua que actualmente se vacía en el mar, lo cual, en esta situación de grave sequía, es un crimen no sólo ecológico por cuanto contribuirá a que, además del citado atentado medioambiental, numerosas superficies dedicadas al cultivo queden arrasadas, sino que contiene un componente criminal por permitir deliberadamente el derroche de un bien precioso e imprescindible para la vida. Nos hablan de solidaridad pero sus acciones no se corresponden con nada de cuanto hacen gala.
Lo que no sabemos es si ZP tiene ocultas intenciones respecto de valencianos y murcianos –votantes del PP mayoritariamente– y no le importa que su agricultura se arruine en favor de las industrias agrícolas francesa y marroquí, que compiten con la nuestra. Teniendo en cuenta que el colaboracionista ZP se ha convertido en el mejor y más servil cómplice de la política de ambos países, así como su probada voluntad de favorecer intereses distintos de los que la nación demanda, no deberíamos extrañarnos de que intencionada y alevosamente perjudique y se olvide de dichas comunidades autónomas. Ya lo está haciendo en el capítulo de inversiones e infraestructuras por razones sectarias. Viniendo de ZP está claro, al enemigo ni agua.
ZP no aporta soluciones y su ministra se limita a relatarnos la situación, vaticinando que lloverá escasamente el próximo invierno y que el año venidero será también escaso en lluvias, sin que haya mencionado en ningún momento las medidas que piensa tomar.
Para eso no hacen falta ministras, para contarnos que hay sequía nos basta con el hombre del tiempo o mirar los pantanos construidos por Franco para solucionar el mismo problema que ahora ZP es incapaz de resolver.