ZP, ese hombre - II parte

Nos dijeron que la inmigración era necesaria e imprescindible para evitar la quiebra de la Seguridad Social, pero era mentira y no ha servido para otra cosa que para añadir más cargas a la Seguridad Social e incrementar los gastos sociales sin que los inmigrantes cubran sus propios costos.

El ministro de Trabajo, Jesús Caldera, afirmó muy seguro de sí mismo y como justificación a la irrazonable e irresponsable legalización indiscriminada de inmigrantes, que la regularización de inmigrantes "garantiza el futuro de las pensiones".

Sin embargo, al poco tiempo el Ministerio de Economía le contradice y asegura que “el sistema entrará en crisis en 2011 y alcanzará en 2015 un déficit del 9,7%.”

También ministro de Trabajo y Asuntos Sociales ha calificado de éxito la cifra final de 690.679 peticiones de regularización de inmigrantes pero el Banco de España ha rebajado su triunfalismo afirmando que estas nuevas afiliaciones no van a servir de mucho para solucionar, a medio y largo plazo, los problemas derivados del envejecimiento de la población, entre otras cosas porque las bases de cotización de los inmigrantes son entre un 30 y un 35% inferiores a la media de los españoles, cotizan por menores periodos de tiempo y sólo cotiza una parte de ellos.

ZP, que recibió de Aznar la Seguridad Social con superavit, mira para otro lado y no hay dimisiones por tanta mentira.

No termina aquí el desbarajuste. Según un informe que acaba de publicar el Instituto de Estudios Fiscales un organismo dependiente del Ministerio de Economía y Hacienda, Galicia y País Vasco, entre otras autonomías, gastan ya en 2005 más dinero de lo que ingresan. A pesar del discurso nacionalista, estos números rojos se compensan con dinero recibido de otras regiones en superávit, en particular de Baleares, Canarias y Madrid. Galicia genera un déficit del 40,4% y las provincias Vascongadas un 37,7% por lo que los nazionalistas necesitan de la solidaridad de los demás españoles para mantener la asistencia médica y pagar las pensiones.

Se da la circunstancia de que donde las pensiones son más altas es precisamente en aquellas autonomías donde ahora ya existe déficit. En concreto, País Vasco y Asturias. Según el citado informe, si se territorializaran las cuentas de Seguridad Social, el País Vasco tendría un déficit de 1.546 millones en 2010 y de 3.887 millones en 2015, lo que haría inviable el sistema sin la aportación solidaria de otras regiones.

Lo más reciente es que, según cuenta el diario El País de fecha 22.07.2005, el ministro de Trabajo, Jesús Caldera, presentó a empresarios y sindicatos el informe que sobre el tema debe enviar a Bruselas, para que se vayan haciendo a la idea. En su intervención ante los agentes sociales, televisada para los periodistas, a quienes no se les permitió hacer preguntas, el ministro aseguró que el envejecimiento de la población obliga a introducir cambios en las pensiones. «"Estamos en el mejor momento de la historia de la Seguridad Social, aunque eso no significa que no necesite reformas"», señaló el ministro.

Queriendo endulzar un poco el mal trago, Caldera habló del “mejor momento de la historia” sin darse cuenta que estaba reconociendo el éxito de la política del PP, ya que evidentemente ese buen momento no es fruto de un desastroso gobierno que en tan sólo catorce meses de gestión ya está pensando en recortar pensiones.

Porque de eso se trataba. Caldera quería decirle a los sindicatos que prevé recortar la pensión a las viudas con rentas más altas y a los empresarios que piensa aumentar la cuantía de las cotizaciones a pagar a la seguridad social.

A todo eso, en Octubre de 2004, el ministro del Gobierno ZP explicó a los representantes de las asociaciones de pensionistas y jubilados la política del Gobierno en materia de pensiones e, hinchando pecho, dijo: "Este Gobierno cumple sus compromisos y lo asumido en el programa electoral del partido socialista se va a llevar a la práctica y se comienza a llevar a la práctica en el año 2005".

La única realidad es que los españoles trabajadores y especialmente las viudas van a pagar el pato de la incompetencia y mala gestión de Zapalerdo y sus apóstoles.

Por el contrario, el Gobierno del PP hizo efectiva a principios del 2002 una subida de las pensiones de viudedad desde el 45% de la base reguladora hasta el 52% y en el caso de las prestaciones que cobran las viudas con cargas familiares, el aumento fue de 25 puntos –desde el 45% de la base reguladora hasta el 70%–

Cabe recordar que el Partido Popular equiparó la cuantía de la pensión de las personas menores de 60 años con cargas familiares a la de los que están entre 60 y 64 años; se facilitó el acceso a la pensión de viudedad, aunque la persona fallecida, a la fecha de la defunción, no se encontrara en alta o en situación asimilada; se disminuyó el período mínimo de cotización de 22 a 15 años; se mejoraron las condiciones para la percepción de las pensiones de orfandad, particularmente ampliando el límite de edad de los beneficiarios.

Y a pesar de todo ello, entregó la Seguridad Social saneada y con superavit al grupo de nuevos ricos que nos gobiernan.

Esperemos que la progresía deje de votarles antes de llegar a viejos y verse sin pensiones. Pero no me extrañaría. Se trata de gentes adoctrinadas pero sin luces y minorías apesebradas, aunque juntos hagan mayoría.