28 septiembre 2005

ZP y la generosidad

Encierro de inmigrantes en la catedral de Barcelona


A los pocos días del maremoto que asoló las costas del sudeste asiático en diciembre 2004 le faltó tiempo a ZP para decir que España se situaba entre las naciones del mundo más generosas con los afectados. Pero una vez más se trataba de mera propaganda, de apuntarse una medalla que no le correspondía porque era la Iglesia nuevamente quien derrochaba generosidad duplicando los cinco millones de euros que entregaba el Gobierno.

A pesar del auto-bombo zapateril, la realidad es que numerosas ONG denunciaron que el 90 por ciento de la ayuda oficial española eran créditos blandos reembolsables y no ayudas económicas a fondo perdido. Efectivamente, se trataba de créditos FAD (procedentes del Fondo de Ayuda al Desarrollo) que debían reembolsarse y que estaban ligados a la adquisición de bienes españoles. Además de cinco millones de euros en diversas ayudas, la supuesta generosidad y labor humanitaria de ZP se reducía a que España prestaba dinero para la reconstrucción a condición de que el país afectado lo devolviese o que comprase productos españoles.

Según “Intermon” –ONG fundada por los jesuitas– «”Mientras el grueso de países donantes está ofreciendo donaciones y condonación de deuda a los países afectados, nuestro Gobierno ofrece créditos que generarán más deuda externa”».

Como contraste, las asociaciones de la Iglesia se movilizaron y reunieron en pocos días más de diez millones de euros que irían íntegramente como donaciones a los necesitados de esos países, además de los 441 misioneros españoles que viven en la zona y que desde el primer momento estaban trabajando en labores de ayuda a los afectados por el desastre.

Como siempre, ha sido la Iglesia quien ha liderado la lista de instituciones que han destinado ayudas económicas a los damnificados.

La generosidad, tan ligada a la solidaridad, es una virtud que apenas hemos visto ejercitar a ZP y es que, en general, la izquierda prefiere la solidaridad porque una cosa es dar su apoyo moral y solidario a los pobres y otra muy distinta es ser generosos con ellos –y de serlo, que sea con el bolsillo de otros–, tal como los hechos acaban de demostrar por enésima vez.

Pero sería injusto negarle a ZP algunos rasgos de generosidad. Para los salarios de los profesores de Religión de la enseñanza pública, por cada millón que ZP entrega a la Iglesia Católica –proporcionalmente al número de fieles– a los musulmanes les entrega 14 millones por el mismo concepto. Esto quiere decir que los imanes musulmanes podrían disponer de un salario catorce veces más alto que el de un sacerdote o seglar dedicado a la enseñanza de la religión o, dicho de otra manera, si un profesor católico tuviera asignados 600 euros mensuales (unas 100.000 pesetas), un imán podría disponer de 8.400 euros (1.400.000 pesetas aprox.). Una muestra de generosidad con el Islam sin duda.

Concretando, ZP destina 100 millones de euros anuales (de los que 90 millones de euros proceden de la crucecita que ponemos los católicos en la declaración de la renta) para el pago de salarios de los 10.847 profesores de religión católica que atienden a 3.338.302 alumnos. Gracias a la generosidad de ZP, los musulmanes reciben 30 millones por el mismo concepto para los 38 profesores de Islam que impartirán clases este año a sus 7.700 alumnos.

Visto de esta forma todavía resulta más discriminatorio, los católicos recibirán por alumno 29,95 euros y los musulmanes 3.896,10 euros. Por cada profesor los católicos reciben 9.219,14 euros y los musulmanes 789.473,68 euros anuales. Y Encima un profesor católico deberá atender a cien alumnos más que un profesor musulmán. (El Mundo 04-09-2005 – Crónica - pág. 9).

Podrían citarse otros ejemplos de generosidad por parte de ZP pero baste decir que para pagar sus deudas y conservar la Televisión Española –imprescindible herramienta para mantener engañados y desinformados a los españoles que han de votarles en estado de automatismo irreflexivo– ha regalado 7.000 millones de euros a RTVE que, a pesar de ello, no ha dudado en contratar a 938 personas más desde la toma de posesión de su directora general, la socialista Carmen Caffarel.

Para evaluar el alcance de su generosidad es suficiente comparar esta cifra con los 500 millones anuales que ZP necesita recaudar para cubrir la deuda de la Seguridad Social y evitar su quiebra. Con lo que dedica a sanear la televisión podría terminar de cubrir los gastos de la Seguridad Social durante 14 años, aunque por lo visto no es necesario ya que eso puede hacerlo haciéndonos participar de su generosidad a base de subirnos los impuestos sobre la gasolina, etc.-

Sin duda ZP es un tipo solidario que nunca se cansará de hablar en público de solidaridad y apoyo a los desfavorecidos –con claros repuntes de generosidad y favoritismo hacia los suyos– y quien sin lugar a dudas hace cierto el dicho «Una cosa es predicar y otra dar trigo».

Lo suyo es predicar. El trigo que lo den otros. Nuestros bolsillos, por ejemplo.


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