11 octubre 2005
También debo aclararos que...
Hay tantas cosas que comentar que este blog estaba creciendo demasiado con los inconvenientes que resultan de su lentitud en cargar y una excesiva lista de posts a leer, así que he resuelto crear sucesivas bitácoras, limitando a cincuenta los artículos contenidos en cada una y aunque esto pueda parecer que continúa siendo un número excesivo, tampoco parece conveniente mayor fragmentación y cantidad de blogs.
Aquí comienza la segunda parte de “ZP, ese hombre” con más de los mismo, una monografía del personaje que está cumpliendo los sueños de los enemigos de España. Zapatero ha recogido las aspiraciones de lo peor de cada casa. El socialismo está alimentando en nuestro país al marxismo etarra, al ideario ateo comunista, a los separatismos insolidarios, al islam invasor, a la pérdida de valores éticos, al aborto libre, al paternalismo con el delincuente, al servilismo de la Justicia, al envilecimiento de las instituciones, el deshonor de miembros de los cuerpos de seguridad, el descafeinado de las Fuerzas Armadas, el sometimiento a los intereses de Francia y Marruecos, a la infiltración de sus leales en todos los estamentos del Estado, a la proliferación de cargos designados a dedo, la colaboración con dictadores tercermundistas, a la traición respecto de Ceuta, Melilla y Gibraltar, a la manipulación, al adoctrinamiento, a la demagogia, a la mentira, al sectarismo...
Por contra, ataca a todo aquello que hace mejores a las naciones y a los ciudadanos: Sus valores tradicionales, su unidad territorial, la solidaridad entre regiones, la educación en valores religiosos, la Iglesia Católica en la que están nuestras raíces, el patriotismo y el respeto a los símbolos nacionales, la libertad de expresión, la pluralidad e independencia de la información y cuanto se oponga a sus planes de que la extrema izquierda se reparta España.
Quizás lo consigan, pero no durará mucho ya que la Historia nos demuestra que los despotismos están condenados al fracaso y que sus promotores acaban ante la Justicia. Quizás por eso quieren hacer de la cárcel un modelo de hospitalidad donde los que hasta ahora eran reclusos han pasado a ser “personas acogidas”.
En ningún otro país del mundo su líder ha perjudicado tanto ni ha hecho tanto daño a la nación que le entregó el poder para que la hiciera grande.
No debería quedar impune.
Aquí comienza la segunda parte de “ZP, ese hombre” con más de los mismo, una monografía del personaje que está cumpliendo los sueños de los enemigos de España. Zapatero ha recogido las aspiraciones de lo peor de cada casa. El socialismo está alimentando en nuestro país al marxismo etarra, al ideario ateo comunista, a los separatismos insolidarios, al islam invasor, a la pérdida de valores éticos, al aborto libre, al paternalismo con el delincuente, al servilismo de la Justicia, al envilecimiento de las instituciones, el deshonor de miembros de los cuerpos de seguridad, el descafeinado de las Fuerzas Armadas, el sometimiento a los intereses de Francia y Marruecos, a la infiltración de sus leales en todos los estamentos del Estado, a la proliferación de cargos designados a dedo, la colaboración con dictadores tercermundistas, a la traición respecto de Ceuta, Melilla y Gibraltar, a la manipulación, al adoctrinamiento, a la demagogia, a la mentira, al sectarismo...
Por contra, ataca a todo aquello que hace mejores a las naciones y a los ciudadanos: Sus valores tradicionales, su unidad territorial, la solidaridad entre regiones, la educación en valores religiosos, la Iglesia Católica en la que están nuestras raíces, el patriotismo y el respeto a los símbolos nacionales, la libertad de expresión, la pluralidad e independencia de la información y cuanto se oponga a sus planes de que la extrema izquierda se reparta España.
Quizás lo consigan, pero no durará mucho ya que la Historia nos demuestra que los despotismos están condenados al fracaso y que sus promotores acaban ante la Justicia. Quizás por eso quieren hacer de la cárcel un modelo de hospitalidad donde los que hasta ahora eran reclusos han pasado a ser “personas acogidas”.
En ningún otro país del mundo su líder ha perjudicado tanto ni ha hecho tanto daño a la nación que le entregó el poder para que la hiciera grande.
No debería quedar impune.